En general, la primera etapa del proceso de diseño implica descubrir que restricciones son importantes y establecer un marco para evaluarlas. Las restricciones se pueden visualizar mejor en términos de tres criterios que se solapan para lograr ideas de éxito: factibilidad, lo que es posible funcionalmente en el futuro próximo; viabilidad, lo que es probable que pase a formar parte de un modelo de negocio sostenible y deseabilidad, lo que tiene sentido para las personas.